martes, 29 de octubre de 2013

Mr Obama vs Frau Merkel: la hipocresía europea vs los espías

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Es parte del juego. Ahora, en Europa –y en España- seremos públicamente asistentes al teatro de la hipocresía. Con sus detalles interesantes, por cierto.

Todo el mundo se lleva las manos a la cabeza, como si nadie hubiese sido consciente hasta ahora de que hay espías. Y de que cobran por hacer su trabajo: espiar. El juego hipócrita que, en este clásico del teatro, toca representar, es el de la reacción de los espiados. ¡Qué vergüenza! ¡Qué horror! El teléfono de la Merkel estaba siendo espiado. Por supuesto que estaba siendo controlado. Si no, vaya porquería de servicios secretos que estarían pagando los americanos. Es que, otra vez insisto, los espías están para espiar.

La señora Merkel también tiene espías. Por ejemplo, el BND, que en español es fácil de decir: Servicio Federal de Inteligencia (o de Información); pero es que en alemán, con esa costumbre de juntar palabras… no sé si sabré escribirlo: el Bundesnachrichtendienst, creo. A estos muchachos espías, la señora Merkel ya les tiene dicho que no entren en los teléfonos particulares de las personas, porque es de mala educación… y un delito. Esta “oficina” del gobierno alemán depende, directamente, de la oficina de la Canciller. Seguro que doña Merkel les ha puesto a espiar a las vacas holandesas, que producen más leche per cápita que las alemanas. ¿Se lo cree alguien? Además, Frau Präsidentin tiene a su disposición alguna cosilla más: el Amt für Militärkunde, la Oficina de Ciencias Militares que, en realidad, no es más que la tapadera de los militares que forman parte del BND (una plantilla de 605 militares trabajando para el servicio secreto civil alemán).

También tiene a la Bundesamt für Verfassungsschutz, en cortito la BfV, que bajo el nombre de la Oficina Federal de Protección de la Constitución,  se dedica a lo mismo, a espiar a todo bicho viviente... de interés, calro. Y 16 “sucursales” más: las Landesämter für Verfassungsschutz, en cada uno de los «länder». 

Y aún tiene más en esto del espionaje: la Militärischer Abschirmdienst, MAD, la Oficina de Contrainteligencia Militar. No tengo ni la menor duda de que la enorme cantidad de espías alemanes, más de 10.000 hombres y mujeres, se dedican a hacer calceta y les pagan por ello. Seguro.

Podemos continuar con otros espiados europeos, que si no han salido aún, no importa porque los tienen bien pinchados, como Monsieur Hollande, le socialiste Première Ministre de la France, y su Direction générale de la sécurité extérieure. Que tienen un lema gracioso: “Partout où nécessité fait loi”, algo así como “En todo lugar donde la necesidad hace ley”. También se dedican a tejer bufandas, obviamente.

O a Mister Cameron, con su Secret Intelligence Service (MI6) y su Security Service (MI5), que no son tan sofisticados y simpáticos como James Bond, precisamente.

O al señor Berlusconi, que aunque está con un pie en prisión (nunca se sabe con este tipo), el móvil lo tenía más pinchado que un globo de tres pesetas. Estos italianos también tienen sus cosillas: el Comitato esecutivo per I servizi di informazione e di sicurezza, CESIS; o el Servizio per le Informazioni e la Sicurezza Democratica, SISDE; o el Servizio per le Informazioni e la Sicurezza Militare, SISMI. Al nuevo Primer Ministro italiano, Enrico Letta, le espían los americanos, los alemanes, los franceses, los ingleses y los propios italianos. Puede que hasta los españoles.

Esta opereta bufa, a la que tenemos ocasión de asistir, es eso: una bufonada. Está bien que los gobiernos hagan el paripé, se pongan muy serios y dignos, llamen a los embajadores y todo eso. Todos espían, y desde la época de las cavernas. A ver, si no.

Lo interesante de todo esto son las excusas del gobierno Obama, (vaya papelón que le ha tocado jugar al redentor del mundo para la izquierda europea) y, sobre todo, el cuidado sudoroso de los progresistas españoles a la hora de hacer declaraciones a este respecto. Me encanta leer sus muy seleccionadas palabras para proteger a Obama o, más bien, para protegerse ellos mismos de sus excesos verbales y festeros cuando este salió elegido presidente de los Estados Unidos: hipocresía y sudores a raudales.

Argako urretxindorra

1 comentario:

  1. Eres grande, querido Beramendi... el único problema de esta situación es que se ha publicado en los periódicos... Y ha puesto en evidencia a los espiados, que no a los espías... Mucho orgullo herido...

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