¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Maravilloso! ¡Genial! ¡Épico! ¡Se armó la gorda… otra vez!
Podrán decir lo que quieran pero es innegable. Lo llevan en los genes. Lo llevan en la sangre. Es su naturaleza. Me refiero a mis entrañables independentistas: son la quintaesencia del español. Ese entrar al capote al mejor estilo miura; ese cabreo súbito y explosivo; ese llenarse la boca de epítetos; esa reacción en tromba; esas explosiones de mal humor encadenadas; ese decir lo uno y su contrario al mismo tiempo; esa dignidad ultrajada; esa muestra pública del honor mancillado; ese “todos a una”; esa incontinencia torrencial… ¡Ah, tan castizamente español todo ello! ¡Tan provincianamente español! ¡Tan deliciosamente español!
¡Qué reacciones, señores, qué reacciones!
Y me pregunto yo alguna cosilla. Eso de la libertad de expresión, ¿existe o no existe? O, ¿existe según para quién y para quién no? O, ¿los que sí pueden ejercer su libertad de expresión son los encargados por los dioses de decidir quiénes no pueden ejercerla? O sea, Esperanza Aguirre: ¿tiene derecho a opinar o no lo tiene? ¿Tiene libertad de expresión o no?
También me pregunto: ¿por qué la opinión de Esperanza Aguirre es politizar el fútbol? Mi cortedad es evidente porque no lo entiendo. ¿No es politizar el fútbol lo que han dicho otros políticos al hilo de su opinión? ¿Por qué lo de ella sí y lo de estos no? ¿Por qué no se han empleado, políticos y periodistas dolidos por la opinión de la Espe, con el mismo argumento y la misma contundencia contra la campaña de politización de esta Final organizada (la campaña, no la Final) por Catalunya Acciò (que ya lo hizo en 2009)? ¿Santiago Espot no está politizando el partidito de marras y Aguirre sí?
¿No es politizar el fútbol la que ha organizado Amaiur en el Congreso, recibiendo a los cinco representantes de las plataformas independentistas pro-selecciones de Cataluña, País Vasco y Galicia con motivo de esta Final? ¿No es politizarlo que diputados de CiU, BNG, ICV, ERC y Bildu se sumen presencialmente a este hecho y lo apoyen sin reservas? Me da muchísima vergüenza no ser capaz de entender algo así, con lo fácil que parece ser para los demás.
La verdad es que todo resulta tan evidentemente asqueroso, así que no hace falta seguir.
No puedo evitar recordar al viejo Eric Arthur Blair, aquel socialista miembro del Partido Laborista Independiente, alistado en las milicias del POUM durante la Guerra Civil y admirador de la CNT; aquel indigente que sobrevivía a duras penas en las miserables calles de París y Londres, como describió en su Down and out in Paris and London; aquel hombre que, trabajando para el Servicio Oriental de la BBC durante la Segunda Guerra Mundial , se sentía como “una naranja que ha sido pisoteada por una bota muy sucia” y se marchó para ponerse a escribir en el semanal de izquierdas Tribune. No puedo evitar recordar, una vez más, al hilo de lo que sucede 65 años después, su síntesis brutal: "All animals are equal, but some animals are more equal than others" (“Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros").
Arga-ko urretxindorra
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