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Cualquier contenido de cualquier entrada puede ser utilizado por cualquiera como guste. Ni "copirrais" ni chorradas de esas.Un documento del IES "José Saramago" de Marinaleda: ¿y la Cultura?
IES "José Saramago" de Marinaleda |
La
parte más triste de todo esto es la cultura de verdad, la que no es circo. Es,
sin duda, la entrada de esta serie que más me ha costado escribir. Y, para mí,
la más importante. Tengo en mi poder un documento en Word del I.E.S. “José Saramago”
de Marinaleda. Se trata de un estudio de necesidades y planes de contingencia
realizado por el profesorado del centro. ¡Terrible!
Antes de ir con el documento, un
par de apuntes para contextualizar. Publica el periódico digital Público.es el 11 de agosto de este año,
un reportaje sobre Marinaleda realizado por Luis Giménez San Miguel. Y se hace
eco de un comentario de un tal Sancho: «Sin
embargo, según relata Sancho, "la tasa de fracaso escolar es un poco alta,
porque la gente ve que tiene casa y trabajo asegurados y muchos no ven la
necesidad de esforzarse en los estudios. Es uno de los puntos que tenemos que
mejorar"» (Juan José Sancho es un vecino de Marinaleda que, con solo
21 años, forma parte del ‘grupo de acción' del Ayuntamiento).
Y volviendo al documento del
instituto de Secundaria. Me limitaré a transcribir algunos párrafos.
«Cuando se trata de formar personas y de trasmitir
conocimientos todo lo que rodea al individuo
es importante, las circunstancias socioeconómicas y culturales de un pueblo
pueden influir notablemente en la personalidad y el comportamiento posterior de
sus habitantes. Con este estudio intentaremos buscar las causas de algunos de los comportamientos de nuestros alumnos/as».
«Hay que destacar el bajo índice de estudios de la
población, muy por debajo de la media de la provincia. Podemos observar a
través de la tabla que adjuntamos que un 80 % de la población no ha completado
los estudios de primaria y que un 36% son analfabetos; muy pocos poseen el
título de bachiller o de estudios universitarios.
Este bajo nivel de instrucción de la población
repercute directamente, como ya veremos, en la motivación de nuestros
alumnos/as».
«En muchas de estas familias, los dos cabezas de
familia son trabajadores con un horario extenso e incluso temporeros,
repercutiendo esta situación en su seguimiento educativo (poca participación en
las reuniones a las que se convocan, falta de respuesta ante llamamientos del
profesorado, despreocupación en la formalización de las matrículas , omisión de
datos , etc )».
«Desde la creación del centro, parte del alumnado,
abandona el centro para cursar estudios en otras localidades cercanas. Incluso
en el tránsito de la educación primaria a la secundaria, es mayor el porcentaje
de los alumnos que se matriculan en otros centros sin ni siquiera pasar por el
nuestro.
Estos alumnos alegan razones de falta de nivel
académico y problemas de disciplina en nuestro centro.
El número de estos alumnos ha sido bastante
significativo en los dos últimos años. Además, estos alumnos suelen ser los que
manifiestan un mayor interés por los estudios y son los que pretenden continuar
con estudios postobligatorios. Este es otro de los factores que agrava los
problemas de disciplina y motivación de nuestro centro».
«Como se acaba de mencionar, la falta de nivel
académico es una de las razones por las que parte de la comunidad educativa
(alumnado y familias) optan por otros centros de educación secundaria de la
zona.
Las causas más significativas de dicha falta de
nivel, pueden encontrarse en los problemas que describimos en este apartado 2
del presente plan.
Las características del entorno (eminentemente
rural, en el que no existe una gran problemática de falta de empleo, y en el
que no es necesaria una formación especializada), hacen que gran parte de la
población escolar no se encuentre especialmente motivada a desarrollar unos
estudios postobligatorios que le cualifique para desempeñar determinadas
profesiones (sobre todo aquellas para las que es necesaria una formación
universitaria).
La falta de estudios de la mayoría de padres y
madres, aunque no su falta de trabajo, es un “espejo” donde se miran muchos de
sus hijos/as, que no encuentran la necesidad de estudiar para encontrar
trabajo. Esta falta de estudios y formación dificulta, en muchos casos, la
labor de los padres en cuanto a orientar y
ayudar en sus estudios a sus hijos/as.
Si a esto unimos las especiales características
psicológicas y madurativas de los/as preadolescentes y adolescentes, y la
estructura de la ESO,
que los obliga a estar escolarizados hasta los 16 años, parece que no hacen
falta más motivos para justificar esta falta de motivación y expectativas hacia
los estudios.»
«El fracaso escolar se encuentra determinado por múltiples
factores, como la familia, el contexto social, el funcionamiento del sistema
educativo, factores individuales, el trabajo de cada profesor/a,... No
obstante, se puede decir que todo ello da como resultado un perfil de alumnado
que no sólo no alcanza los objetivos de la educación obligatoria, sino que
tampoco acude regularmente a clase. Por ello, se mostrarán los datos
estadísticos más inmediatos, que son los siguientes:
En el curso 2003/04, el 36.9% del alumnado que
cursaba 3º de la E.S.O.
abandonó sus estudios antes de terminar el curso.
En mayo del curso 2004/2005, se puede afirmar que el
24.4% de los/as alumnos/as del mismo nivel al que se hace referencia ha dejado
de asistir al instituto, y el 35.5% no hace nunca nada en clase.
A partir de estos datos, se llaga a la conclusión de
que existe un número mayor del deseado de alumnos/as que se incluyen dentro del
término “fracaso escolar”.
Actualmente, el centro cuenta con 149 alumnos/-as
matriculados, por lo que la ratio en las aulas está entorno (sic) a los veinte alumnos/-as,
ya que aunque sea de dos líneas, el instituto sólo cuenta con un grupo de 4º de
la E.S.O.
De los listados mensuales que se envían a los
Servicios Sociales del Ayuntamiento de alumnos/as que, no habiendo cumplido aún
los 16 años de edad, no asisten a clase, se desprenden unas cifras de alumnado
absentista que ronda en torno a un 9%. A este porcentaje hay que añadir los/as
alumnos/as que habiendo cumplido esta edad, no han finalizado la etapa, y
los/as que suelen estar expulsados del centro casi por sistema (estos últimos
son un 2.7% del alumnado).
El centro, hasta el momento, ha tratado de ir
concienciando tanto a las familias como a los propios alumnos/as de la
necesidad de alcanzar al menos el título de graduado en Secundaria , que les
abriría numerosas puertas para su futuro profesional. A pesar de los esfuerzos
del profesorado, el absentismo escolar sigue en el mismo punto de partida,
manteniéndose como uno de los factores determinantes del fracaso escolar de la
población estudiantil de la localidad.
La escasa
motivación y la falta de expectativas hacia el estudio, la falta de
nivel académico, las dilatadas historias de fracaso escolar, ..., y las
características propias del alumnado de estas edades, hacen que el clima de
convivencia escolar esté teñido, en ocasiones, a veces más de las deseables, de
episodios de conflictividad.
Al hablar de conflictividad, aquí no estamos
haciendo referencia a los conflictos típicos de intereses ni a las divergencias
propias de los lugares en que todos los días desempeñan su quehacer diario
muchas personas. Tampoco a las típicas rencillas entre compañeros/as.
Nos estamos refiriendo a momentos en que se saltan
todos los límites de una convivencia pacífica y se violan los derechos de los
demás (el derecho a aprender, a tener una integridad física y moral, el derecho
a desempeñar el propio trabajo, el derecho a expresarse,...).
Por fortuna, dichos episodios siempre son
protagonizados por las mismas personas. Se trata de alumnos bastante
problemáticos, con una historia sociofamiliar bastante compleja, y que forman
parte del alumnado que suele estar expulsado del centro continuamente. Pero el
problema con estos alumnos/as no acaba con la expulsión del centro, ya que se
presentan casi a diario, saltan la valla del centro, insultan a profesores/as y
a alumos/as, molestan con sus motos impidiendo que se pueda dar clase, e
incluso tiran piedras a las ventanas.
Aún así, no podemos desechar de este apartado a un
sector del alumnado que no quiere trabajar, que asiste al centro porque le
obliga la ley y que, por tanto, tiene toda la jornada escolar para aburrirse,
impedir el normal desarrollo de las clases y repercutir, de este modo, en el
clima de convivencia escolar. Se puede decir que este sector del alumnado se
caracteriza con el mismo perfil y los mismos comportamientos (insultos, faltas
de respeto, negación hacia el trabajo, desperfectos en el material escolar y en
las instalaciones del centro,..) que otros sectores de alumnos/as de la mayoría
de institutos. Se podría decir que son
la consecuencia del propio sistema.
No obstante, éstos son los mismos que dificultan la
labor del docente y la del discente, repercutiendo negativamente en el
desempeño de la labor propia de cada uno y en el desarrollo de un clima de
convivencia distendido.»
«El I.E.S. José Saramago, cuenta con graves
problemas como ya se ha comentado anteriormente. Consideramos que algunas de
las causas que inciden en los problemas descritos son las siguientes:
Un bajo nivel académico y falta de conocimientos
básicos, incluso a nivel de primaria.
Falta de aspiraciones profesionales por parte de los
alumnos.
Falta de motivación para continuar sus estudios y
obtener el título de E.S.O.
Un comportamiento inadecuado, incumpliendo casi a
diario las normas de convivencia establecidas y una actitud negativa ante su
desarrollo académico e inmadurez generalizada.
Falta de interés manifiesto, quizá en muchos casos
debido a su falta de conocimientos básicos.
Un entorno familiar poco comprometido con la
actividad educativa.
Un importante número de alumnos considerados
absentistas o semiabsentistas..
Un número de alumnos considerable que tienen
tendencia a abandonar ciertas asignaturas.
Estas causas se entienden cuando analizamos la
peculiaridad de la localidad donde está ubicado el centro, su población y las
características del propio centro, que se han expuesto anteriormente.
Estas circunstancias traen consigo que una gran
parte de los alumnos no tengan otras aspiraciones de futuro que no sea el
trabajo del campo y en muchos casos que al ir acercándose a la edad de dieciséis años abandonan los estudios sin
obtener el título de grado en secundaria, puerta indispensable para un mejor
futuro profesional y calidad de vida.»
Saquen sus propias conclusiones. Esto forma parte del paraíso
comunista del Sánchez Gordillo, de su oasis, de su «utopía hacia la paz». Lo más escandaloso para mí es la situación
que muestra este documento sobre la realidad cultural, intelectual, sobre la
formación de los niños y jóvenes de Marinaleda. ¿No le importa todo esto a su
apalancado alcalde? ¿No lleva más de 30 años gobernando como rey absoluto? ¿Nada
ha podido hacer al respecto? ¿Qué interés tiene Gordillo en que la ignorancia
de los vecinos, su incultura y su falta de preparación siga vigente en tan
terrible cantidad? ¿No es él quien tantas veces acusa a la derecha, a los
terratenientes, a los caciques, a otras izquierdas, a la historia, a España, de
haber querido la incultura y el analfabetismo? ¿Y qué hace él en su pueblo? ¿Le
interesa que la juventud no tenga otra opción que ser jornaleros para seguir
con su paraíso comunista? Insisto, saquen sus propias conclusiones.
Argako urretxindorra
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