sábado, 31 de marzo de 2012

El día después de una huelga general indecente


Me llamo Pedro y tengo nueve años. Escribo esto porque estoy muy contento. Llevaba mucho tiempo triste porque, en mi casa, éramos pobres. Y mi papá y mi mamá, pues no hacían nada, más que estar callados y serios. Mamá solía llorar enseguida y a papá también le vi hacerlo en su cuarto una noche que me levanté a hacer pis. Pero el otro día pasó una cosa que lo ha cambiado todo. Hubo una cosa que se llama huelga general. Y ya no somos pobres. Mi papá y mi mamá se han ido a comprar y han traído un montón de bolsas con muchas cosas. Han traído jamón. Y mis hermanos y yo nos hemos puesto como el quico de comer porque nos gusta un montón, pero hacía mucho que no había en casa.
Mi mamá estaba llorando otra vez pero ahora no era de pena, porque lloraba y se reía todo a la vez: no sé cómo lo hace. A mis hermanos y a mí nos besó muchas veces; al principio me gustaba porque hacía tiempo que no me daba besos. Pero luego yo no quería porque me mojaba con las lágrimas y me espachurraba mucho. Y mi papá la cogió y la levantó del suelo dos o tres veces y se dieron unos besos… en la boca ¡Puaj, qué asquete!
Mi papá no trabajaba. Bueno, antes sí, pero luego no. Se paró o se quedó parado, o algo así. Y después, mi mamá tampoco trabajaba y se quedaba en casa también. Y nos hicimos pobres. Hablaban poco y, a veces se enfadaban con todos. Mi madre nos gritaba por nada y mi padre daba algún portazo o puñetazos en la mesa sin decir nada. Y mis hermanos y yo nos asustábamos y nos poníamos tristes. Mi hermana Laura, que tiene cuatro años, se echa a llorar cuando a papá se le hincha la vena.
Lo bueno es que ahora veíamos más a la abuelita Chelo. Porque venía a casa muchos días y siempre nos traía cosas del súper. Yo le ayudaba a subir las bolsas cuando llamaba al telefonillo. Y también íbamos más a su casa los sábados y los domingos, a comer. La abuelita Chelo siempre se ríe y nos manda sacar a Ron a la calle después de comer para jugar con él. Ella se queda con mis papás hablando todo el rato. Y luego, nos da la merienda. A veces, nos trae ropa de mis primos, que son más mayores, y le dice a mamá que ya la ha arreglado para mi hermano Kico o para mí. Yo no sé qué le arregla porque solo se arreglan las bicis o los coches pero la ropa no.
Mi mamá nos ha dicho que después de lo que pasó el otro día, lo de la huelga general, ya está todo bien y que, como ya no están parados, nos vamos a ir a comprar zapatillas nuevas a un sitio que se llama El Corte Inglés, que es de ricos; pero como nosotros ya no somos pobres, podemos ir tranquilamente.
Mi papá ha dicho que se va a comprar un coche porque el que teníamos lo vendió. Le ha dicho a mamá que le han llamado del banco, pero yo no le he visto enfadado como otras veces. Era por no sé qué de que le iban a regalar dinero o a dejárselo para su coche y para lo que quiera hacer con él. Es la primera vez que está contento aunque hable del banco.
Mis papás nos han dicho que ahora tenemos un cumpleaños más, que es el 29 de marzo y que siempre vamos a hacer una fiesta para celebrarlo. Que con la huelga general, todo se ha arreglado y vamos a estar muy a gusto y muy felices siempre. Y me han dicho que ahora tenemos que rezar a unos santos nuevos que se llaman San Toxo y San Cándido, y otros más que no me acuerdo, porque nos han salvado de ser pobres.
Y ya me despido porque nos vamos a ir al zoo, que nunca hemos estado, y, además, al macdonals a comer.
Pedro.
Arga-ko urretxindorra

miércoles, 28 de marzo de 2012

Una huelga general indecente


Oh, no, claro que no. No tengo ninguna duda de que los convocantes y apoyadores de la huelga general que comienza en mi país dentro de tres horas tienen muchísimas razones para hacerlo. ¡Muchísimas!
Pero también creo que todas ellas son inconfesables, irracionales, falsas, malévolas, ilegítimas, inmorales, dañinas, tramposas, engañosas, aprovechadas y antipatrióticas, con perdón.
Ni una, ni una sola de las razones esgrimidas por Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores, o de sus apoyos y masters del Partido Socialista Obrero Español y de Izquierda Unida, ni una sola de esas razones se escapa de algunos de los adjetivos que he mencionado.
Invocando un fantasmagórico derecho a la huelga, estos auténticos manipuladores han decidido pararnos a todos por un día: no les basta con haber consentido unos, provocado otros, más de 5.200.000 españoles parados, que ahora quieren pararnos por un día a 46.000.000. Saben el daño real que van a provocar: millones de horas de trabajo tiradas al retrete; más millones de euros tirados al retrete; cientos de miles de euros de gastos en la preparación de la jornada de lucha; decenas de miles de euros gastados en despliegues policiales, dietas, medidas de seguridad… Todo ello porque quieren conseguir con esta huelga… ¿QUÉ? ¿Cuál va ser el fruto de esta huelga? ¿Qué beneficios vamos a obtener los españoles de todo esto?
Con esa moralina pringosa de la izquierda, pretenden hacernos creer que “es una huelga más necesaria que nunca”. ¿Para quién? ¿Para quién es necesaria? ¿Ahora? ¿Ahora es más necesaria que nunca una huelga general?
A tres horas del comienzo de la huelga general en mi país, hay muchos miles de activistas sindicales y de partidos políticos reunidos en sus múltiples y bien acondicionadas sedes, dando los últimos retoques organizativos: repartiendo pegatinas, cosiendo las pancartas, distribuyendo los pasquines… Con ese rancio aroma romanticón y casposo de los redentores festivos del pueblo, torpe y tontorrón, que sin ellos no saldría adelante.
Y también están terminando las estrategias violentas, de control de la ciudadanía, repartiéndose las calles, plazas, carreteras y autopistas para informar a los que, en esta sociedad de la comunicación, todavía no nos hemos enterado de que han convocado una huelga general. Y todo ello con esa atmósfera dura, pétrea, de dientes apretados y miradas torvas de los redentores piqueteros del pueblo, estúpido y esquirol, que saldrá adelante aunque tengan que llevarse una pedrada en la cabeza, el escaparate roto, mil insultos y unos cuantos salivazos.
Es una huelga general indecente, porque los son sus razones, lo son sus convocantes y lo son sus medios.
Arga-ko urretxindorra

martes, 27 de marzo de 2012

La Educación en España (I): un fracaso clamoroso


No soy un crítico despiadado con la famosa y desconocida LOGSE. Ni siquiera lo soy con el tan apaleado sistema educativo español. Sin embargo, la educación, en España, es un fracaso sin paliativos.
                Hay tres o cuatro características de los españoles, bastante extendidas, que también influyen, tanto en el análisis de la cuestión como en el propio hecho educativo, y que, a mi juicio, no hacen ningún bien.
-          A muchos españoles les surge, de manera atávica, diría yo, un fuerte sentimiento de autocrítica en lo referente a “lo nuestro”, que se queda en eso, que no va más allá, pero que poco ayuda a revisar, a reconstruir o a mejorar.
-          “Acepto mi responsabilidad” es una frase que se oye con cierta frecuencia, cada vez más, pero que no tiene apenas significado para muchos españoles. Es una frase hecha, para salir del paso en momentos determinados, pero muy poco real. Está muy extendido entre nosotros, precisamente, no asumir la responsabilidad, buscar la excusa o buscar culpables. Y, nuevamente, ahí queda la cosa: una vez dicha la frase, encontrada la excusa o el culpable, solemos dejar el asunto. Tampoco esta característica ayuda mucho a la evaluación, a la revisión ni a la mejora.
-          En general, nos cuesta bastante tomarnos la molestia de reflexionar. Nos resulta bastante cómodo que otros lo hagan y subirnos al carro, por poco que de oídas nos convenza. Y luego, sin solución de continuidad, defendemos con auténtica vehemencia y acaloramiento esa reflexión alquilada como si fuera nuestra. De este modo, los clichés, los arquetipos, la totalización, los tópicos o los eslóganes se convierten en los sustitutos perfectos de la falta de criterio y del verdadero espíritu crítico.
-          En muchos españoles, la individualización es algo constitutivo. En sí mismo, creo que no es nada malo. Pero unido a las características anteriores, y a otras, se convierte en un arma de complicado manejo. Por ejemplo, el “ande yo caliente, ríase la gente” es paradigmático. Es fácil, a través de ese individualismo, caer en el “yo, a lo mío”, en la falta de cooperación, en poner los intereses personales por encima de los generales –lo que incluye como personales los del partido, los del sindicato o los de los míos-, en la consecución a corto plazo, etc.
Sin pretender agotar en estas cuatro ideas el tema, sí que me sirven como botón de muestra para afirmar que lo que no funciona no es la LOGSE o la LOE o el sistema educativo español. Lo que no funciona es la EDUCACIÓN, y esto no es solo un problema legal o técnico. Con lo que sí soy profundamente crítico es con la sociedad española, permítaseme ser más directo, con los españoles; porque cuando la educación en un país no funciona la responsabilidad es de todos y cada uno. Mientras no asumamos de verdad eso, ni siquiera podremos repartir las culpas que a cada uno le corresponden. Me gustaría, con tiempo y unas cuantas cañas, ir destripando todos los tópicos, mentiras, errores y engañuflas que, como un poderoso y dañino árbol, no nos dejan ver el bosque. Y nos mantienen bastante cómodos.
Arga-ko urretxindorra

lunes, 26 de marzo de 2012

Primeras impresiones de las elecciones andaluzas

Es curioso cómo las matemáticas, en muchos aspectos de la vida, son perfectamente inexactas. O, mejor: cómo la exactitud de las matemáticas, en muchos aspectos de la vida, nos importa más bien nada.
                Uno de ellos es el de las elecciones. No sé si porque las empresas demoscópicas se juegan mucho; porque en esto de las elecciones todo es pura estrategia; o porque en esto de la política la mentira es lo más utilizado, si después de hacer el recuento de votos y fijar los resultados, escuchas a políticos, analistas y periodistas, tu sensación es la de que eres profundamente tonto. Con lo fácil que es ver los números –creías tú-, las interpretaciones –es decir, manipulaciones- posibles son infinitas, cosas que a ti jamás se te ocurriría. Ergo, el tonto eres tú, claro.
                Dicen los especialistas que no se deben mezclar los resultados de un tipo de elecciones con los de otro. Te dan decenas de sesudas explicaciones para no hacerlo. No sé, pero creo que la mayoría de los que votan no suelen tener todo eso en cuenta.
                A mí, el resultado de las elecciones autonómicas andaluzas, me resulta fácil de entender. 
  1.  Ha ganado el PP por un pelín, 44.000 votos. 
  2.  Han perdido todos los demás. 
  3.  El que más ha crecido: Izquierda Unida, que se ha metido en el bolsillo 100.000 votos más de los que tenía; un 30% más de votos y el doble de escaños.
Desde la última vez que votaron los andaluces, en las generales de 2011, las cosas se han puesto así:.
  1. El PP ha perdido votos hasta hartar: 415.000.
  2. El PSOE ha seguido perdiendo más votos: 67.000.
  3. Los de Izquierda Unida, no; al revés: han ganado casi 80.000 votos.
  4. Y los de UPyD, se han llevado un buen estacazo: han perdido el 38% de los votos que tenían.
Las cuestiones de verdad, a mi juicio, son dos:
  1. ¿Va a seguir el Gobierno de España con las medidas que, en conciencia, cree que debe tomar para el bien del país, o van a interpretar los resultados de Andalucía como una advertencia que influirá en sus decisiones próximas? Es decir: ¿van a ser honestos gobernantes o estrategas de partido?
  2. ¿Qué va a hacer Izquierda Unida? ¿Va a perder la oportunidad de participar en un gobierno de coalición con el PSOE? ¿Se va a limitar a impedir un gobierno del PP? ¿Va a permitir, con su abstención, un gobierno minoritario de derechas? Y si cae en la primera tentación, ¿va a tirar de la manta desde el gobierno respecto de los 30 años de gobierno del PSOE? ¿O se haría el longuis, y a otra cosa mariposa?
Che sarà, sarà.
Arga-ko urretxindorra

domingo, 25 de marzo de 2012

La ley de violencia de género y los homosexuales

La Confederación de asociaciones de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (COLEGAS) ha instado al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad a reformar la ley de violencia de género para incluir también como víctimas a los homosexuales.

A su juicio, el Ministerio debe proceder "de forma inmediata" a convocar al comité de expertos en materia de violencia para garantizar la creación de un marco normativo estable "para que el conjunto de las parejas en España dejen de estar discriminadas por razón de su orientación sexual, en la línea de lo marcado por el Tribunal Supremo".

Creo que ya va siendo hora de que estos-as señores-as vayan cambiando de discurso. Resultan muy pesados, cada vez más carcas y trasnochados y muy abusones. De entre los mal llamados “colectivos sociales”, no creo que haya ningún otro al que más caso se le haya hecho desde las instituciones y desde los círculos intelectuales pensadores únicos de este, nuestro país. Y ya está bien.

Con el cuento –actualmente hablando- del “estigma social” y de la pesadísima “discriminación”, estas asociaciones se pasan la vida presionando a cara descubierta a toda la sociedad y logrando favores inalcanzables para muchos otros miembros de la misma.

Ahora se plantean lo de la estrambótica ley de violencia de género. Como siempre, exigen –no solicitan, ni piden- “de forma inmediata”. Es su modo de proceder, es su modus operandi, porque, en el fondo, se creen moralmente más allá que el resto de la sociedad: ellos sí pueden “exigir de manera inmediata”. Y digo esto porque, como siempre están con la misma palabra en la boca, la discriminación, para que exista alguien discriminado tiene que haber alguien que discrimine.

Podemos ser todo lo políticamente correctos que queramos, pero lo cierto es que estas asociaciones culpabilizan al resto de la sociedad de todos sus supuestos males. De otra forma, se les acabaría el discurso. Y, qué quieren que les diga, yo soy uno de los del resto de la sociedad, de los “malos”, y ya me está tocando las narices que se me trate así. Por supuesto, que el mero hecho de que escriba esta pequeña entrada ya me presupone, para estas asociaciones, una mentalidad homófoba. Obviamente, en lo que a ellos respecta, la libertad de expresión debe ser censurada.

Pues bien; no sé cómo se las apañarán nuestro políticos y sus “comités de expertos” para hacer lo que los COLEGAS les exigen. Porque la Ley Orgánica 1/2004 trata de la violencia que ejercemos los hombres contra las mujeres –yo, no; pero para la ley, sí-. Una cosa tan absurda como esta ley, que presupone que el hombre es culpable de violencia contra la mujer por el hecho de ser hombre (no hay más que leer el primer párrafo de la Exposición de motivos), va a encontrar alguna que otra dificultad para complacer a los homosexuales: porque no habrá más remedio que determinar legalmente quién es el hombre y quién la mujer –que todos querrán ser esta última, claro-. Y, a ver cómo se hace eso: en una pareja de dos hombres, ¿quién decide cuál de ellos es la mujer, y por tanto, la víctima? O lo que es peor, en términos de esta estúpida ley: ¿cuál de los dos hombres se queda con el papelón de “hombre”?

Por último, la mera petición hecha por los COLEGAS ya deja fuera de lugar todo el fundamento de esta ley y a la propia ley. Cito textualmente: “Se trata de una violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión”. Así se expresa la ley. Si ahora resulta, tal como dicen estas asociaciones, que entre dos hombres o dos mujeres también se practica la violencia: ¿tiene algún sentido que continúe existiendo una ley que dice justo lo contrario? Quizá, la solución sea cargársela sin más. Así, nadie estará discriminado: ni los homosexuales, ni las mujeres ni los hombres. Y aplicar el código penal directamente.


Arga-ko urretxindorra

sábado, 24 de marzo de 2012

El último discurso de Jordi Pujol como presidente de CDC


Jordi Pujol ha hecho su último discurso como presidente de Convergència Democrática de Catalunya en su XVI Congreso. Coincide su discurso con la presentación del tercer volumen de sus memorias, presentación que se ha suspendido por recomendación de la policía ante la posibilidad de incidentes en zonas aledañas al Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, lugar elegido para el evento. Asimismo, ha coincidido con la decisión del Gobierno de Cataluña de sacar de Cataluña al Tribunal Supremo, supliéndolo en buena parte de sus tareas por el TSJ de Cataluña, hecho de suma importancia y barbaridad inaceptable.
                Jordi Pujol, hombre inteligente, culto, gran luchador, conservador, tanto en lo personal como en lo político –un poco carca, se califica a sí mismo en sus memorias-, continúa teniendo un enorme peso dentro de su partido y en la vida política catalana. En más de una ocasión se le ha tenido por “hombre de estado” y siempre ha sabido estar en el momento justo y en el lugar apropiado.
                Hombre nacionalista catalán hasta la médula, ni siquiera ahora ha sido capaz de contestar directamente si es independentista o no lo es. Sin embargo, no cabe duda de que, al margen de lo que él diga, lo es, es profundamente independentista. Y, al propio tiempo, un hombre muy inteligente con una capacidad estratégica muy notable. Esta última característica suya le ha permitido estar siempre en el candelero, no definirse cuando le interesa y seguir siendo referencia para nacionalistas y no nacionalistas.
                En su último discurso en el Congreso de CDC, vuelven a aparecer sus características de siempre. Habla de un “combate de alta carga épica”, de CiU como “única tropa de choque” o de que “para mí, después de la sentencia del TC [sobre el Estatuto de Cataluña], vivimos en un Estado sin Constitución [se refiere al Estatuto] y nos han dejado de lado.”
                Básicamente, el nacionalismo de Jordi Pujol, que sigue siendo, hoy por hoy, su alma mater, tiene como fundamentos la independencia, la constitución de Cataluña como nación independiente de España y la integración de Cataluña en el seno de la Unión Europea. La independencia como paso previo e ineludible para obtener la segunda; y la tercera como seno protector y legitimador, internacionalmente hablando, ante la existencia de una hipotética España contraria a todo ello.
                Las razones de Pujol para ser nacionalista catalán –nunca dirá independentista puesto que eso es algo temporal, un paso previo necesario, algo instrumental- son obviamente muchas: desde razones meramente sentimentales hasta razones intelectuales –profundamente falsas pero muy bien construidas-, sin dejar de lado intereses importantes de índole personal y familiar. Jordi Pujol cree en Cataluña como nación, trabaja intensamente para conseguir que así sea y su famosa indefinición sobre si es independentista o no lo es resulta un cálculo estratégico de poca importancia.
                Pujol reconoce que hoy por hoy “la independencia no es viable o es difícilmente viable”. “Pero tampoco es viable la Cataluña que nos quieren imponer desde un punto de vista económico, social, judicial y lingüístico”. Es decir, CDC ha de conducir el “combate de alta carga épica” con CiU como “única tropa de choque”. Obviamente, el de enfrente es España.
Arga-ko urretxindorra