lunes, 6 de julio de 2015

Griegos: ¿a qué viene tanta alegría?

Trato de imaginar la alegría de Tsipras. Pero no consigo entenderla. No consigo entender qué puede tener de bueno. Ni siquiera comprendo exactamente a qué han dicho “no”. Y temo, de verdad, que de ese 60% largo de griegos que se han plantado todos sepan a qué han dicho “no”.

¿Por qué se alegra Tsipras? ¿Por qué se alegran muchos griegos? ¿Qué ha habido de bueno? ¿Es, tan solo, dar con la puerta en las narices lo que les provoca ese sentimiento incomprensible? ¿Es que su “no” destemplado les da a luz una esperanza desconocida para los demás? ¿Es que, acaso, no es una estampida, una huida a trompicones, desesperada? ¿Qué es eso que yo no puedo imaginar y que alegra a Tsipras?

¿Es que el pueblo griego es, en su mayoría, plenamente inconsciente? ¿Es que el pueblo griego es, en su mayoría, rehén de su gobierno? ¿Es que el pueblo griego es, en su mayoría, tuáutem de su propia ruina?

Mañana es lunes. Es el rigor del tiempo. A él no le importan síes o noes; le dan igual las alegrías y las penas, los éxitos y los fracasos. Mañana es lunes sin remedio. Y, pese a los festejos y las estridentes alegrías, nada habrá mejorado para los griegos; nada habrá mejorado para los demás: nosotros. Mañana será lunes y el pueblo griego, como el judío, en su huida esperará el maná generoso, como todos los días desde hace tantos años. El maná que les siga permitiendo jubilarse con cincuenta y pocos años; el maná que les permita cobrar un plus por llegar a tiempo a trabajar; el maná que les permita una pensión de jubilación igual al 96% del último salario cuando en Alemania es del 40%. El maná que siga enviando dinero para seguir incrementando la deuda más de 350.000.000.000 de euros.

Pero ese maná, al contrario que el de los judíos, no viene del cielo sino de la misma tierra que ellos pisan. Y digan lo que digan, tanto “no” como quieran, ese maná procede de otros pueblos, como el griego; de otros ciudadanos, como los griegos; de otros trabajadores, como…

No hace falta, sería ridículo; pero, ¿qué diría el alegre Tsipras si cualquier otro gobierno de los donantes preguntara a su pueblo si quiere seguir pagando el despilfarro de los griegos? ¿Qué dirían los griegos si aquellos estallaran de alegría porque ha ganado su “no”?

Mañana es lunes. El pueblo griego ya ha hablado. Pero no tiene la última palabra. Ahora es el momento de los otros. ¿Qué dirán los otros? ¿Qué dirá el pueblo alemán, o el danés, o el noruego, o el sueco, o el británico, o el irlandés? ¿Qué deberán decir?

¿A qué viene tanta alegría? ¿Qué ha sucedido de bueno?


Argako urretxindorra

sábado, 4 de julio de 2015

El bobo alcalde de Pamplona la va a liar en San Fermín

El señor alcalde de Pamplona, un ignoto historiante –licenciado en Historia pero no historiador- entregado a la causa batasuna, la va a liar en San Fermín. Sus ideas, además de su actitud personal bastante chulesca, le impelen a hacer el bobo; y como el sentido común, la responsabilidad y el saber estar son virtudes que en él brillan precisamente por su ausencia, el señor alcalde la va a liar en las fiestas.

Joseba Asirón, saliendo el Ayuntamiento de Pamplona
De momento, ya tiene previsto montar el consabido, pesado, estúpido e ilegal numerito de la ikurriña. Solo que este año, como es el señor alcalde, lo va a llevar a cabo nada menos que desde el propio edificio consistorial, es decir, (pseudo) oficialmente. Por lo que a él se refiere, hay dos cosas que se la soplan: el respeto a la ciudad de la que es regidor por obra y gracia de los chanchullos partidistas y la legalidad. Ninguna sorpresa. Más bien, un modo de vida.

Se ponga como se ponga, hay muchos ciudadanos pamploneses que no comulgan con sus ideas; poco más de nueve mil le han votado. Y, por muy batasunero que sea el muchacho, no tiene ni el más mínimo derecho a hacer lo que le da la gana. Sí, ya sé que es costumbre en este tipo de gente no solo hacerlo sino imponerlo al resto, aunque sea a pedradas, barricadas, tumultos, bofetadas y otras cosas. Pero no tienen el más mínimo derecho. Y mucho menos siendo alcalde.

Ciertamente, al señor Asirón le babea la boca ante una ikurriña pero eso es una enfermedad que, probablemente, no tiene tratamiento. En todo caso, puede pintar su habitación y el cuarto de estar, incluso el excusado, de rojo, verde y blanco. Esa es la parte personal y privada de la historia. Pero no debería usar y abusar del Ayuntamiento, mucho más trascendente que él mismo, para imponer su babeante enfermedad al resto.

Pamplona ya tiene su bandera. Navarra, cuya capital es Pamplona, ya tiene su bandera. España, país en el que se encuentra Navarra y Pamplona, ya tiene su bandera. Incluso la Unión Europea la tiene. Y ninguna de ellas es la dichosa ikurriña. De manera que sus deseos personales o sus objetos de culto, en su casa puede que estén bien –lo dudo-; pero no en el balcón del Ayuntamiento que, por mucho que se lo tenga creído, ni es suyo ni lo es de su formación, sino de todos los pamploneses que, en su mayoría, ni siquiera le han votado.

Pero como el mozo es así, el bobo alcalde de Pamplona la quiere liar en San Fermín.


Argako urretxindorra

viernes, 3 de julio de 2015

Bajada de impuestos

Ahora va Rajoy y baja un poco los impuestos. Mal, muy mal. Debería haberlos subido o dejarlos como están.

A esta conclusión llego tras oír a Pedro Sánchez. Que dice que es injusta porque castiga a la clase media y premia a la alta. Que es una reforma hecha para el 1% de la clase más pudiente del país. Seamos serios: me molesta tanto, tanto que un señoritingo de estos nos tenga por tontos… Que sí, que yo, que soy clase media bajilla, estoy siendo castigado con un ahorro en mis impuestos. Que yo, hoy, estoy siendo castigado con tener para unas cañitas más o para unos filetitos de ternera más. Ojalá me castiguen así todos los meses.

También he llegado a la conclusión de que Mariano Rajoy es un canalla por bajar los impuestos después de oír a los sindicatos. Que dicen que es una medida con fines electoralistas. Pues, probablemente, los fines son electoralistas; pero, ¿y los efectos? ¿Los efectos de la medida? Los fines, electoralistas; los efectos, que tengo un poco más de pasta. Es lo que hay.

Y, las declaraciones de unos y otros, ¿no son electoralistas? Que nos toman por tontos de artesanía.


Argako urretxindorra

Podemos y los desahucios: dos casos

(I)
Tere Saez, primera por la izquierda

Teresa Saez (sic), pedagoga y técnica de Igualdad, ha destacado que busca “la mejora social y el bienestar de la vida de las personas, tanto individual como colectivamente”.

Es bonita la declaración de intenciones. No es que diga mucho pero queda mono. No sé si es suficiente como para votarla pero hay quien piensa que sí. ¡Ah! ¿Que no saben quién es Tere Saez (sic)?

Pues Tere Saez (sic) Barrao (ella escribe Sáez sin tilde porque las tildes son españolas) es la número tres de Podemos en Navarra, es decir, de Nafarroa Ahal Dugu. Y es parlamentaria foral de Navarra por esta formación.

Tere es una mujer que lleva la política en la sangre; no ha tenido muy claro a lo largo de su trayectoria a qué carta quedarse aunque parece que, por fin, ha encontrado la cesta en la que poner el huevo. Digo esto porque ha ido de aquí para allá durante años; ha sido, por ejemplo, concejala del ayuntamiento de Burlada por Batzarre, un herri batasuna light de Navarra. También ha sido concejala del ayuntamiento de Villaba (a 200 metros de Burlada), esta vez por Euskal Herritarrok (Herri Batasuna en estado puro). Asimismo, Tere fue candidata al Senado en 2008 por Nafarroa Bai, la formación nacionalista de Uxue Barkos. Y, por supuesto, feminista militante; entre otras, coordinadora de Andrea.

Ahora, como decía, ha encontrado acomodo en Podemos y busca “el bienestar de las personas, tanto individual como colectivamente.” No sabemos los navarros la suerte que tenemos de que esta señora o señorita o lo que sea nos vaya a conducir, desde su taburete en el Parlamento Foral, al paraíso del bienestar. Eso sí: que a nadie se le ocurra alquilarle nada a menos que tenga pasta y sea de buen conformar.

La Tere es una activista fenomenal. Como se imaginarán, está en contra de los desahucios y a favor del bienestar de las personas. Pero ¡ojo!: que nadie le toque lo suyo porque no se corta un pelo. El caso es que esta ya señoría tenía un ático en Villaba, el pueblo de Induráin. Debía tener alguna otra propiedad inmobiliaria porque este ático lo alquiló a una pareja de jóvenes a razón de 1.000 euracos mensuales. Ya se sabe, todos tenemos derecho a amasar propiedades, ¿no?

Por hache o  por be, enseguida empezaron los líos: que si tú me tienes que arreglar esto, que si yo no tengo por qué arreglártelo; pues entonces lo hago yo con mi dinero y te lo descuento de las mensualidades; pues como lo hagáis os vais a cagar… Lo de siempre. Los jóvenes parece que hicieron reparaciones y mejoras por valor de 7.000 euros y empezaron a no pagar el alquiler. Y después de tres meses de impago, ¡tres meses!, doña Tere les metió una demanda. Y, como consecuencia, los jóvenes morosos… al desahucio, a la calle. Hasta aquí los hechos; y yo no añado nada más.


(II)

Er Kishi de Cái”, el señor alcalde, se estrenó en su flamante cargo acudiendo a parar un desahucio. Se acordarán de ello. No sirvió de nada su corajuda intervención ni la de sus concejales neocastos porque los odiados antidisturbios los sacaron en volandas y se ejecutó el sentencia. Otra injusticia más del esta corrupta justicia antidemocrática que oprime a los pobres en favor de los ricos. La familia que echaron a la calle constaba de padre, madre e hija de dieciséis añitos. Para más brutalidad, el pobre hombre es un enfermo crónico que no trabaja y que recibe una pensión contributiva. La imagen de Antonio Moreno, su mujer y su hija en la calle con sus enseres parte el corazón.

Pero, como todo en la vida, hete aquí que la cosa tiene su intrahistoria. El piso pertenece a una sociedad (tachán, ¡malditos especuladores!) que gestiona otra vivienda más. Pero no se hagan ilusiones que la cosa no va por donde parece. La tal sociedad pertenece a una viuda octogenaria y gravemente enferma que cobra una muy exigua pensión de viudedad. Todos sus ingresos son los que (no) recibía de este piso alquilado a Antonio, el defendido por el señor alcalde gaditano. ¿Y la otra casa? Un piso que ni encuentra quien la alquile ni quien la compre, para desesperación de la anciana. De manera que su situación económica es completamente desesperada.

Los inquilinos, que han vivido 25 años en el piso, firmaron un nuevo contrato de renta antigua que les suponía el pago de 90 euros al mes. Con el tiempo, la cantidad se fue incrementando hasta llegar a poco más de 100 euros.

En 2013, cuando finalizó el contrato y se suprimió por ley la renta antigua, 10 años después de la última firma, la señora elevó el alquiler a 400 euros. Y, a partir de ese momento, se armó la marimorena.

Los inquilinos se negaron a pagar tal cantidad. La propietaria trató de llegar a algún acuerdo intermedio pero Antonio Moreno no quiso negociar nada y no se movió de su posición de seguir pagando la renta antigua. A todo esto, recibió del ayuntamiento que regentaba Teófila Martínez (esto no lo cuenta Podemos, claro) una cantidad suficiente para saldar sus deudas, dicen algunos que unos 600 euros. Pero el inquilino decidió emplearlos en otros menesteres porque, según el abogado de la anciana, ella no ha recibido ni un euro de tal cantidad. Ni de esa cantidad ni de ninguna porque desde 2013 en que comenzaron los desencuentros, a la anciana viuda y enferma Antonio le ha cortado cualquier suministro: ni 400 ni 100 ni 90, nada.

Tras dos años de litigio, la mujer está en situación desesperada. Sencillamente, no tiene más ingreso que su cortísima pensión de viudedad. Lo peor de todo es que en Cádiz, nadie le va a comprar ninguna de sus dos modestas viviendas; y nadie se va a atrever a alquilarle ninguna por el ruido mediático que ha provocado la actuación del Kishi, del señor alcalde.




Argako urretxindorra