Juan Carlos Monedero |
Pablo Iglesias es un tipo peligroso.
Peligroso por círculos concéntricos: se corre más riesgo cuanto más cerca se
está de él.
Hablando de círculos,
tampoco ha pasado mucho tiempo desde que Podemos
nació y se organizó como partido. La base de su estructura la constituyeron los
círculos, en una supuesta democracia
asamblearia que, desde el principio, era falsa pero la apariencia fue
suficiente. De aquellos democráticos y populares círculos no queda ya más que algún resto nominal relegado al rincón
más oscuro del trastero del partido. Se crearon; y cuando ya no fueron útiles,
se destruyeron. No han durado ni un año. Sirvieron para crear la nomenklatura del partido, como si de una
elección democrática y popular se tratara; pero no fue tal sino la manera que
tiene Pablo Iglesias de usar y
tirar. Sucesos más que vergonzosos ocurrieron durante el proceso de elección
–elección no de los círculos sino de Pablo y su camarilla, es decir,
nombramiento-, pero no impidieron para nada que la misión fuese completada. Una vez tomado el poder del partido, los
círculos estaban de más.
Pablo Echenique |
Con la desaparición
efectiva de estos también fueron quedando en el camino personajes más o menos
importantes del inicio. Esa ha sido la segunda purga. Con índices de
participación sospechosamente bajos y sistemas de participación poco fiables,
se fueron aprobando bloques completos de ponencias
cuando lo que pedían las bases era ir aprobándolas o rechazándolas por temas,
cosa más que lógica. Pero se impuso el deseo, perfectamente interesado, del líder, Pablo Iglesias. No podía ser de otra manera dado que ya se había
encargado de instituirse a sí mismo como juez y parte, previamente.
Raúl Ausejo |
Una vez organizado el
patio interior de esta guisa tan llena de trampas y víctimas, el siguiente paso
eran la elecciones municipales y autonómicas. Como partido, Podemos no se ha presentado
directamente. De haberlo hecho, tanto ellos como los partidos de extrema
izquierda adláteres, habrían dividido los votos con lo que los resultados
habrían quedado diluidos en una sopa de letras desunida. La cuestión era la de
presentar candidaturas populares
unitarias en las que aglutinar todos esos votos. Y así se hizo
prácticamente en todos los casos, salvo aquellos en los que los rebeldes se
presentaron por su cuenta. En la vorágine de los festejos posteriores, estos
últimos disidentes y sus casos desaparecieron a la opinión pública aunque, como
en Bilbao, haya terminado en los tribunales.
Francisco Samir y Mª Concepción García |
El siguiente paso es
el de la organización del frente de
izquierdas de cara a las elecciones generales. Y a ello se ha entregado Pablo Iglesias en cuerpo y alma porque
se juega mucho y, asimismo, también puede conseguir mucho. Ha abandonado su
puesto de trabajo en Bruselas sin el más mínimo recato y se ha puesto en ruta
por las carreteras españolas, comenzando por la emblemática ciudad de Cádiz,
donde el “Kichi”-alcalde le recibió y firmó en el libro de honores del
ayuntamiento. El punto final de esta fase es la fagocitación, la depredación de
todos los demás partidos y plataformas a los que están unidos ahora o, si no es
posible, su destrucción.
Alberto Garzón, de Izquierda Unida |
En este último sentido
debe entenderse el caso de Izquierda
Unida, formalizado elocuentemente en la entrevista de Pablo Iglesias y el candidato de IU a las elecciones generales, Alberto
Garzón. Quedó de manifiesto el órdago: o la histórica coalición pasa por el
aro de Podemos y se deja comer o
será destruida. No hay más que hablar. Y no es menos elocuente el estilo
utilizado por el peligroso coletudo en el asunto: un vergonzoso desprecio
personal a Alberto Garzón y a la
organización.
Hasta el momento, el
cascote más notable de la iniciada demolición de Izquierda Unida es la sección madrileña de la coalición, que ha
puesto en la calle nada menos que a
5.000 militantes y que ya se pueden imaginar quien va a consolar y recoger de
la intemperie.
Pablo Iglesias es un tipo peligroso.
Peligroso por círculos concéntricos: se corre más riesgo cuanto más cerca se
está de él. ¿Y si gobernara?
P. D.: les dejo el
famoso e ininteligible twit de Errejón. Por si ahora se entiende algo.
«La hegemonía se mueve en la tensión entre el núcleo irradiador y
la seducción de los sectores aliados laterales. Afirmación?apertura»
Argako urretxindorra
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