sábado, 27 de junio de 2015

Peligroso Pablo

Juan Carlos Monedero
Pablo Iglesias es un tipo peligroso. Peligroso por círculos concéntricos: se corre más riesgo cuanto más cerca se está de él.

Hablando de círculos, tampoco ha pasado mucho tiempo desde que Podemos nació y se organizó como partido. La base de su estructura la constituyeron los círculos, en una supuesta democracia asamblearia que, desde el principio, era falsa pero la apariencia fue suficiente. De aquellos democráticos y populares círculos no queda ya más que algún resto nominal relegado al rincón más oscuro del trastero del partido. Se crearon; y cuando ya no fueron útiles, se destruyeron. No han durado ni un año. Sirvieron para crear la nomenklatura del partido, como si de una elección democrática y popular se tratara; pero no fue tal sino la manera que tiene Pablo Iglesias de usar y tirar. Sucesos más que vergonzosos ocurrieron durante el proceso de elección –elección no de los círculos sino de Pablo y su camarilla, es decir, nombramiento-, pero no impidieron para nada que la misión fuese completada. Una vez tomado el poder del partido, los círculos estaban de más.

Pablo Echenique
Con la desaparición efectiva de estos también fueron quedando en el camino personajes más o menos importantes del inicio. Esa ha sido la segunda purga. Con índices de participación sospechosamente bajos y sistemas de participación poco fiables, se fueron aprobando bloques completos de ponencias cuando lo que pedían las bases era ir aprobándolas o rechazándolas por temas, cosa más que lógica. Pero se impuso el deseo, perfectamente interesado, del líder, Pablo Iglesias. No podía ser de otra manera dado que ya se había encargado de instituirse a sí mismo como juez y parte, previamente.

Raúl Ausejo
Una vez organizado el patio interior de esta guisa tan llena de trampas y víctimas, el siguiente paso eran la elecciones municipales y autonómicas. Como partido, Podemos no se ha presentado directamente. De haberlo hecho, tanto ellos como los partidos de extrema izquierda adláteres, habrían dividido los votos con lo que los resultados habrían quedado diluidos en una sopa de letras desunida. La cuestión era la de presentar candidaturas populares unitarias en las que aglutinar todos esos votos. Y así se hizo prácticamente en todos los casos, salvo aquellos en los que los rebeldes se presentaron por su cuenta. En la vorágine de los festejos posteriores, estos últimos disidentes y sus casos desaparecieron a la opinión pública aunque, como en Bilbao, haya terminado en los tribunales.

Francisco Samir y Mª Concepción García
El siguiente paso es el de la organización del frente de izquierdas de cara a las elecciones generales. Y a ello se ha entregado Pablo Iglesias en cuerpo y alma porque se juega mucho y, asimismo, también puede conseguir mucho. Ha abandonado su puesto de trabajo en Bruselas sin el más mínimo recato y se ha puesto en ruta por las carreteras españolas, comenzando por la emblemática ciudad de Cádiz, donde el Kichi-alcalde le recibió y firmó en el libro de honores del ayuntamiento. El punto final de esta fase es la fagocitación, la depredación de todos los demás partidos y plataformas a los que están unidos ahora o, si no es posible, su destrucción.

Alberto Garzón, de Izquierda Unida
En este último sentido debe entenderse el caso de Izquierda Unida, formalizado elocuentemente en la entrevista de Pablo Iglesias y el candidato de IU a las elecciones generales, Alberto Garzón. Quedó de manifiesto el órdago: o la histórica coalición pasa por el aro de Podemos y se deja comer o será destruida. No hay más que hablar. Y no es menos elocuente el estilo utilizado por el peligroso coletudo en el asunto: un vergonzoso desprecio personal a Alberto Garzón y a la organización.

Hasta el momento, el cascote más notable de la iniciada demolición de Izquierda Unida es la sección madrileña de la coalición, que ha puesto en la calle nada menos que a 5.000 militantes y que ya se pueden imaginar quien va a consolar y recoger de la intemperie.

Pablo Iglesias es un tipo peligroso. Peligroso por círculos concéntricos: se corre más riesgo cuanto más cerca se está de él. ¿Y si gobernara?

P. D.: les dejo el famoso e ininteligible twit de Errejón. Por si ahora se entiende algo.

«La hegemonía se mueve en la tensión entre el núcleo irradiador y la seducción de los sectores aliados laterales. Afirmación?apertura»





Argako urretxindorra

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