En situaciones de tensión se puede esperar de nosotros lo
peor y lo mejor, el pánico y el heroísmo, lo miserable y lo sublime. Pero… qué
avergonzado me siento de tener que asistir a muchas de nuestras patéticas
reacciones biliosas a cuenta del Ébola.
Tengo para mí que muchos deberían haber mantenido la boca
cerrada o haberse puesto guantes de boxeo para no poder escribir en las cloacas
de las redes sociales. ¡Cuánto cretino! ¡Cuánto imbécil! ¡Cuánto canalla!
Argako urretxindorra
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