jueves, 9 de octubre de 2014

Ébola: y¿qué tal si nos callamos un ratito?


En situaciones de tensión se puede esperar de nosotros lo peor y lo mejor, el pánico y el heroísmo, lo miserable y lo sublime. Pero… qué avergonzado me siento de tener que asistir a muchas de nuestras patéticas reacciones biliosas a cuenta del Ébola.

Tengo para mí que muchos deberían haber mantenido la boca cerrada o haberse puesto guantes de boxeo para no poder escribir en las cloacas de las redes sociales. ¡Cuánto cretino! ¡Cuánto imbécil! ¡Cuánto canalla!

Y también tengo para mí que los mejores, los héroes, los sublimes no hablan sino hacen, no escriben sino que sirven a los demás. ¿Por qué solo se nos oye a los botarates, yo incluido? Evidente por qué…



Argako urretxindorra

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